Javier Pradera escribe un largo artículo "Jueces bajo sospecha" de quien tengo que discrepar en más de un punto.
1.- Mostrar que en una ocasión han sancionado a un pintoresco juez no demuestra en absoluto que el gobierno de los jueces no observe un gran corporativismo en estos asuntos de forma habitual. Ya se ha publicado una estadística de la relación denuncias-sanciones que más bien indica lo contrario. Como dice Aristóteles "Una golondrina no hace primavera", refiriéndose a la virtud que consiste en un hábito y no en un acto aislado.
Véase: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=73231
2.- Lo mismo vale respecto al hecho de la sanción del Juez Tirado porque, por una vez, en el CGPJ no siga cada voto la voz de su amo.
Estamos acostumbrados a que cada miembro del Consejo, como mochuelo a su olivo, vote conforme al grupo que le nombró, de forma que ya sabemos de antemano el resultado de la votación, y así una y otra vez para su renovación.
No se nos puede hacer ahora virtud el que en este caso no haya sido así. Tal vez es que en este caso ha primado más el "corporativismo" que la dependencia del "amo". Y "una golondrina no hace privamera", así que de "independencia ná de ná".
3.- El fallo en el caso Mari Luz, no puede considerarse un fallo del sistema. Es un fallo de responsabilidad de una persona o de varias personas cada una con su grado de responsabilidad.
Los jueces continuamente están aplicando sentencias para reparar los daños ocasionados por los fallos de los responsables. Véase lo que le han aplicado a la secretaria del juzgado.
Entiendo que los fallos del sistema pueden a veces constituir un atenuante. Pero en el caso del juez Tirado no es que se aplique un atenuante, es que la sanción resulta absolutamente desproporcionada con el fallo cometido.
La Consejera Espejel, como Presidenta de la Audiencia de Guadalajara no permitió cerrar la instrucción del incendio de Guadalajara a la jueza de Sigüenza que no consideró la necesidad de imputar penalmente en el caso de las muertes de 11 personas; consideró la instructora, según 5 informes técnicos entre ellos el de la Delegación de Trabajo, que la causa de la muerte había sido un accidente causado por un fenómeno especial conocido y escasamente estudiado aún, que es conocido como "blow up".
Tan es así que la Audiencia rechaza un informe realizado "in saculo" por el Colegio de Ingenieros que viene a corroborar los anteriores informes y encarga uno nuevo a petición de la parte acusadora, pero no pide el nuevo sino cuando....
Tampoco la Audiencia concede el plazo necesario para terminar la instrucción y obliga a la jueza instructora, mediante resolución del CGPJ, a abandonar su juzgado en 10 días, incumpliendo una norma de la ley electoral, como publicó El País en su día.
Ahora por fin están imputados ¡penalmente! la Consejera de Medio Ambiente, el Delegado Provincial, todos los técnicos y el sursum corda....por "imprudencia grave con resultado de muerte".
Y uno de los grandes argumentos de la parte acusadora ha sido: LA FALTA DE MEDIOS.
Algunos pensamos que esa actitud de la Audiencia obedecía a "la politización de un incendio".
Ahora la Sra. Espejel, elegida políticamente al Consejo, considera que al juez Tirado ni siquiera le corresponde una multa.
¡Una vara de medir bastante diferente en un caso y en otro y muy diferente de la sensibilidad social acerca de la responsabilidad personal y sancionadora!
Yo encuentro muy peligroso eludir la responsabilidad personal detrás de "los fallos del sistema". Esto me recuerda aquello de "la obediencia debida" en el que tantos han pretendido eludir su responsabilidad cuando en realidad su "sometimiento al sistema y a sus fallos" se sostenía porque en él se encontraban tan a gusto.
Desearía que alguien mostrara la estadística de protestas escritas, y no de forma genérica sino pormenorizada, de cada uno de los juzgados que ahora se sienten impotentes por la falta de medios. ¿Cuántas quejas escribió el juez Tirado?
miércoles, 31 de diciembre de 2008
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