El Presidente del Tribunal Supremo pueda cachondearse de todos los españolitos que se costean "sus viajes", porque el Fiscal General "archiva su caso".
El Sr. Carlos Fabra pueda cachondearse de todos los desesperados de la justicia que esperan años y años para que su caso sea resuelto. A él, sin embargo, sus juicios se le aplazan una y otra vez, y así "ad calendas graecas".
El Tribunal Constitucional se rebela contra la su no-renovación.
El País, 23 de mayo de 2012