Comentario al artículo de D. Perfecto Andrés Ibañez, El País, 2 Enero 2009
Una cosa quiero dejar clara desde el principio y en la que estoy completamente de acuerdo con el Sr. Andrés.
Probablemente la mayoría de jueces en los juzgados de España ejercen su labor en condiciones de falta de medios y carga de trabajo y no se encuentra reconocida socialmente en los acontecimientos que normalmente suelen salir en la prensa cuando se tratan temas judiciales.
Por un lado es una enfermedad más de las muchas que tenemos que padecer como consecuencia de la espectacularización de los medios y por tanto de las noticias.
Salvado eso cuya ignorancia sería una injusticia, veamos si los problemas que ahora se están planteando obedecen a una insidia o a otras cosas:
La politización de la justiciaEs evidente que la politización proviene por un lado de la ley y su aplicación por parte de los partidos. ¿Pero cuánto tiene que ver en ello el modo de asociarse y organizarse la masa social de la judicatura?
Porque por muy politizada que quieran tener los partidos la organización judicial si realmente los jueces y magistrados del Consejo General del Poder judicial ejercieran la independencia que ayer apuntaba Javier Pradera en el caso de la sanción del Sr. Tirado probablemente no habríamos llegado a la situación tan absurda que nadie puede comprender respecto a la renovación de sus miembros.
Lo mismo podemos decir respecto a la renovación del Tribunal Constitucional.
Está claro: si unos politizan, otros se dejan politizar. Y a mí me parece más grave que los jueces y magistrados se dejen politizar que el hecho de que los gobernantes, como siempre, procuren politizar a la justicia.
Y volviendo al tema del principio no son precisamente los jueces con falta de medios y agobiados de trabajo los que están politizados. Mucho me temo que los que están politizados son precisamente los que no están en dichos juzgados sino …… p.e. en el CGPJ.
La falta de medios¿Qué institución, empresa, organización etc. no podrá quejarse de falta de medios? Siempre y en cualquier circunstancia alguien podrá quejarse de falta de medios. Siempre podrá uno achacar al Ministerio la ineficiencia de gestión. Pero también me pregunto ¿No es cierto que el que no llora no mama?
No tengo información suficiente como para poder valorar el grado de independencia que tiene un juez a la hora de invertir en medios técnicos para mejorar el funcionamiento de su juzgado.
Es cierto que es de pena a veces entrar a algunas oficinas judiciales donde la falta de espacio, la misma habitabilidad de los edificios es cuestionable. Pero a mí me parece que la falta de medios respecto a la carga de trabajo, hace más referencia a medios que no son tan difíciles de adquirir como los espacios arquitectónicos.
Resulta increíble entonces que los jueces hayan permitido llegar a ese estado de inopia, en cuyo caso algo de culpa tendrían ellos mismos.
Cualquier negocio de poca monta tiene un sistema de gestión en el que el fallo del Sr. Tirado habría sido difícil que sucediera.
Por eso la sociedad aunque pueda entender la falta de medios de forma genérica y la sobrecarga de trabajo no puede entender que un Juez cometa un fallo como el que ha ocurrido en el juzgado de Sevilla.
Menos puede entender que al subordinado se le aplique una vara de medir tan absolutamente diferente y desproporcionada con la que se mide la falta del Sr. Juez.
Que el hecho de la sanción sirva para la reivindicación de la falta de medios de forma generalizada en toda la judicatura me parece francamente aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid.
Tenemos derecho a suponer que la situación límite que describe el Sr. Andrés tenía una trayectoria muy anterior al tema de la sanción. ¿Por qué surge ahora con tanta “importancia” y no hace dos o tres años?
El tema de la sanción es escandalosa no porque queramos que “sea dura”, yo no deseo el mal de nadie, pero sí que resulta pavorosamente inadecuada al objeto del bien que hay que restaurar y el daño causado.
Inevitablemente, dado el grado de politización pienso que respecto a la sanción se ha pensado más en “castigar al gobierno” que en “reparar el daño causado”.
Inevitablemente, dado el trato que se ha dado a la secretaria del juzgado y el que se ha dado al Sr. Juez, pienso en el “corporativismo”.
Eso no excluye que no esté de acuerdo con que el gobierno ahora pretenda legislar.
¿Para cuándo de verdad un pacto por la justicia tanto por parte de unos como por parte de otros?
En mi opinión tanto el tema de la politización como el de la falta de medios respecto a la situación a la que se ha llegado, no es cuestión de insidia contra los jueces sino “dejadez por parte de los jueces y sus órganos de gobierno que se han dejado politizar y se han dejado llevar por la inercia en vez de exigir medios necesarios”.