martes, 24 de enero de 2012

EL DESPRESTIGIO DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

Lo que estamos viendo en los juicios contra Garzón, lo que vemos en el fondo, es precisamente el desprestigio de la administración de justicia que padecemos en España.

Sobre las escuchas, basta conocer la lista de los casos en que otros jueces han utilizado ese recurso. Y hay que entender que o todos o ninguno. Porque hay casos, en concreto el propio instructor que prosiguió las investigaciones de Garzón, que no han sido procesados, por realizar lo mismo que Garzón.

Respecto a la investigación de los crímenes del franquismo, espero que puedan justificar los magistrados del Tribunal Supremo que tales crímenes o "no han existido" o "han prescrito". De otro modo no puede haber justificación alguna para proceder por "prevaricación". Otra cosa es que la acción sea discutible por oportunidad o, incluso, por injusta; en ningún caso podría imputarse como prevaricadora.

Y de resoluciones injustas en nuestra administración de justicia estamos hasta .....

Finalmente lo del dinero.... simplemente resulta repugnante, conociendo lo que conocemos sobre la actitud de tantos jueces y tantas chapuzas..... impunes. Cuando menos sabemos que muchos jueces tendrían que estar en el banquillo del Supremo por cosas similares.

El razonamiento sobre el sobreseimiento de Botín y su relación con la financiación de sus conferencias.... mucho me temo que eso es lo que habría que investigar como posible prevaricación si es que la hubo. Sin embargo nos están mostrando el problema de lo que "cobró" por sus conferencias y sus declaraciones... etc.

miércoles, 4 de enero de 2012

LO LLAMAN JUSTICIA Y NO LO ES

Ya estamos acostumbrados a la "permisividad" con que los jueces tratan a los "jueces" condenados con sentencia firme o administrativa. Lo mismo que también vemos con qué dureza se puede tratar a "jueces" cuando no son de la misma cuerda que los jueces.

En fin lo que parece ya de risa es que se tengan que aducir argumentos que producen "escándalo lógico" y no digamos jurídico y moral.

Viene al caso el hecho de que al juez Urquía, condenado por prevaricación con sentencia firme y por tanto con antecedentes penales, el Supremo lo rehabilita, una vez cumplida la condena, porque no hay por qué tener en cuenta los antecedentes penales.

Es curioso que, para tantas cosas como por ejemplo para ocupar cargos se nos exija a los ciudadadanos el "certificado de penales" y para el ejercicio de juez no sea el caso.

Pero más curioso es aún que el legislador sí haya previsto esto, como es de sentido común, para "poder acceder al cargo de juez".

Lo que demuestra que a la justicia de los jueces lo que les interesa es el "cargo" no el "ejercicio".
Y así está la justicia, hecha unos zorros por quienes se preocupan del cargo y se olvidan del verdadeero sentido del cargo que es "hacer justicia" en la que todos seamos iguales ante la ley.